Tras su remisión por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a la Comisión Europea para su aprobación, el Plan Estratégico de la Política Agraria Común en España 2023-2027 se presenta como una oportunidad para obtener ayudas específicas por cumplir requisitos vinculados a prácticas sostenibles.
Entrada en vigor
España trabaja ya en los cambios legales para que, según lo previsto, la nueva PAC entre en vigor el 1 de enero de 2023, por lo que agricultores y ganaderos deben prepararse pensando en las ayudas que van a solicitar a partir del próximo año.
Nuevos Ecorregímenes
Aunque los ecorregímenes son obligatorios para los Estados miembros, con una asignación del 25% del presupuesto total del primer pilar, son voluntarios para los productores, pudiendo elegir entre los siguientes:
- Ecorregímenes que promueven una agricultura de carbono, con la implantación de cubiertas vegetales (espontáneas, sembradas o inertes), prácticas de la agricultura de conservación o el pastoreo extensivo.
- Ecorregímenes que promueven la agroecología, orientados a la biodiversidad de los agrosistemas, con el desarrollo y mantenimiento de áreas específicas en las fincas, rotaciones de cultivo o la siega sostenible de los pastos.
Los agricultores pueden elegir entre las diferentes prácticas medioambientales, escogiendo aquella que les venga mejor para las características de su sistema de producción, pudiendo incluso aplicar diferentes prácticas en diferentes parcelas, o más de una en la misma superficie, aunque cobrarían solamente por una de ellas.
Es recomendable contar con el asesoramiento especializado, elaborar un diagnóstico previo y un plan de actuación específico. Con base en la nueva PAC, agricultores y ganaderos pueden adaptar sus fincas, llevando a cabo los cambios, mediante buenas prácticas agroecológicas o la agricultura de carbono.
Esta es la realidad, aunque en el sector agrario existen diferentes percepciones sobre los ecorregímenes y la nueva arquitectura de la PAC. Por un lado, hay quienes consideran insuficientes dichas medidas, para afrontar la urgencia medioambiental y la aplicación del Pacto Verde Europeo. Por otro, se valoran los requisitos medioambientales como obstáculos y freno a la competitividad de las explotaciones, más aún en las condiciones actuales de alza de los precios y el desabastecimiento causado por la guerra de Ucrania.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura afirma que la nueva PAC ofrece certidumbre y seguridad a los productores, impulsando cambios profundos pero graduales, enfocados a mejorar la calidad de los suelos, reducir la erosión, mejorar la captura de carbono y contribuir a preservar la biodiversidad.
Hasta 2027, más de 680.000 agricultores y ganaderos recibirán el apoyo de la PAC, que se traduce en unos 7.200 millones de euros anuales, con la cofinanciación estatal y autonómica, lo que supone entre un 20 y un 30% de las rentas que perciben los productores.
La gran novedad de esta nueva PAC, en relación con la estructura de pagos, es la puesta en marcha de los ecorregímenes, anteriormente denominados ecoesquemas.
La política agraria en la Unión Europea supone un presupuesto elevado, casi 58.000 millones de euros en 2019, representando más del 35% del presupuesto comunitario.