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El Real Decreto 214/2025: Claves para la huella de carbono en el sector agroalimentario

08/05/2025

El Real Decreto 214/2025, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 18 de marzo y publicado en abril, marca un hito esperado en la regulación española sobre la huella de carbono. Aunque se anticipaba que la norma exigiría a las grandes empresas —particularmente relevantes en la distribución alimentaria y la industria agroalimentaria— un análisis exhaustivo incluyendo el alcance 3, finalmente la obligación se limita a los alcances 1 y 2, quedando el 3 como voluntario.

¿Qué exige el Real Decreto 214/2025 a las empresas agroalimentarias?

La norma obliga a las empresas de más de 500 empleados a calcular y reportar anualmente su huella de carbono considerando:

  • Alcance 1: Emisiones directas de gases de efecto invernadero (GEI), como los combustibles usados en explotaciones agrícolas o las fermentaciones entéricas en ganadería.
  • Alcance 2: Emisiones indirectas asociadas a la electricidad y otras fuentes de energía adquiridas.

El alcance 3, que incluye todas las emisiones indirectas de la cadena de suministro, ha quedado fuera de la obligatoriedad, dejando su cálculo y reducción a criterio de cada empresa.

Diferencias entre alcance 1, 2 y 3 de la huella de carbono

Esta distinción es clave para entender el impacto real de la norma:

  • Alcance 1: Emisiones propias y directas de la actividad.
  • Alcance 2: Emisiones indirectas derivadas de la energía comprada.
  • Alcance 3: Emisiones indirectas de proveedores y otros eslabones previos de la cadena (el componente más complejo y extenso).

Al limitar la obligación a los alcances 1 y 2, se evita una carga directa sobre los pequeños y medianos proveedores que forman parte de la cadena agroalimentaria.

Oportunidades para agricultores y ganaderos: créditos de carbono

Otro aspecto destacado del decreto es la creación de un registro nacional para proyectos de absorción de CO2. Esto abre la puerta a iniciativas de:

  • Agricultura de carbono.
  • Pastoreo racional en ganadería extensiva.
  • Transformación de tierras agrarias o eriales en superficies forestales.

Los proyectos registrados podrán generar créditos de carbono, válidos para compensar emisiones de otros actores económicos, fortaleciendo así un mercado incipiente que puede diversificar las fuentes de ingresos en el sector primario.

El papel de la sostenibilidad en la competitividad agroalimentaria

Aunque la norma flexibiliza el alcance de la obligación climática, desde bioQualis destacamos que el mercado y los consumidores continúan empujando hacia la sostenibilidad total. Las empresas líderes ya implementan estrategias climáticas que abarcan toda la cadena de suministro, no solo por compromiso medioambiental, sino como herramienta para diferenciarse competitivamente.

Cómo adaptarse a las nuevas exigencias climáticas del sector

Para afrontar este escenario, en bioQualis recomendamos:

  1. Diagnóstico inicial de la huella de carbono.
  2. Definición de un plan de reducción adaptado a la realidad de cada empresa.
  3. Formación del equipo humano para una integración eficaz.
  4. Verificación de las reducciones y comunicación transparente de los resultados.

Conclusión

Este Real Decreto clarifica el marco de actuación climática y sienta las bases para un mercado más fiable de compensación de emisiones. Apostar por estrategias proactivas de reducción y compensación no solo asegura el cumplimiento normativo, sino que posiciona a las empresas como referentes en sostenibilidad. Desde bioQualis, acompañamos a productores, industrias y distribuidores en cada etapa del camino hacia una agroalimentación más sostenible y competitiva.

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